Un joven de fuerte personalidad, con ideas firmes y poco convencionales sobre muchos aspectos de la vida. Su escala de valores es inamovible y está basada en unos principios extremos sobre la virtud de la lealtad. Así, su filosofía vital desafía la realidad establecida y también esa tibieza con la que la sociedad gestiona, casi siempre, los principios de los que la mayoría alardea de cara a la galería.

La amistad es, para él, el valor supremo.

Hija de un padre rico y violento, y de una señora (la Vieja Arpía), egoísta y prepotente, acostumbrada a que su voluntad sea ley y sus caprichos órdenes que nadie se atreve a cuestionar.

Electra, sometida a una autoridad despótica desde su niñez, descubre un universo poderoso y desconocido, al que se entrega en cuerpo y alma, desafiando la tiránica opresión de su familia y aceptando asumir un trágico riesgo.

Nadie sabe por qué sus padres escogieron el nombre de una princesa guanche para ella.

Pero es un nombre apropiado para una joven de carácter dulce e introvertido. Callada y tímida, se mueve por la vida con un pragmatismo natural, libre de grandes convicciones.

Una casualidad, con la que comienza la novela, hace que su camino se mueva en una dirección imprevista, ante la que reacciona de una forma que desconcertará a quienes no esperaban un cambio tan drástico… que desencadena todo lo que sucederá después.

Es casi una niña cuando aparece por primera vez en el relato. Vive con sus padres en Biarritz y entra en la historia por puro azar del destino, en un breve encuentro que no hace presagiar la influencia que tendrá en su vida.

Su belleza infantil, envuelta en un halo enigmático, le otorga una cierta dimensión onírica, a la que ella responderá con una madurez insospechada, que contrasta con la frecuente indecisión observada en otros personajes.

Una feliz sorpresa para el lector.

Inseparable amigo de Pablo desde su más temprana infancia, recibe ese nombre por su ancestral mala suerte.

Su lealtad al grupo supera los límites de lo imaginable, y es algo que demuestra en cada ocasión.

Pese a ser de la misma edad que Pablo, siempre ha parecido mucho mayor, lo que, unido a su espíritu combativo y a su dureza de carácter, lo convierte en el más drástico de los cuatro miembros del Club Bohemio Radical, organización que defiende unos principios sorprendentes y muy particulares.

Como bien se dice en la primera frase de la novela, es el “culpable” de todo.

O, al menos, el que, inconscientemente, provoca el hecho que enciende la mecha de cuanto sucede después.

Es el más reciente miembro del grupo y el más calmado y silencioso de los cuatro, lo que no impide su absoluta entrega a la causa.

Desde que conoció a Pablo, Mala Estrella y Paquito, su tranquila vida anterior se convirtió en un torrente de aventuras inesperadas, de las que disfruta en cuerpo y alma.

Tras su aparente inocencia, capaz de despertar los sentimientos maternales de alguien como Electra, se esconde una personalidad obstinada y pragmática.

Con frecuencia aporta un toque de realismo a las fantasías del grupo, acostumbrado a navegar (y en el caso de Kaltes Blut, a “galopar”) por universos alejados de la vida cotidiana.

Vive su amistad con él y con el resto de compañeros de Le Canal, ajena a su condición de eterna y siempre musa idealizada.

Pablo se niega a devolverla al mundo real, convencido de que su fantasía la hace eterna, libre del riesgo de mezclarse con un mundo terrenal marcado por la vulgaridad.

Condenada a ser, contra toda lógica (y por decisión propia), “la tercera” en el imprevisible universo sentimental de Pablo.

Gozadora de la inoportunidad, lucha contra su propio orgullo y contra los sentimientos que la arrastran.

Ella es, en esta historia, la prueba de que el azar puede cambiar la vida de las personas.

Su hermana dijo de ella que era “una mujer muy especial”.

Sin duda, lo fue: escritora, empresaria, inventora… siempre adelantada a su tiempo, juega en la novela un papel principal.

Y lo juega, fundamentalmente, tras su muerte.

Sus enigmáticos mensajes, escondidos en breves artículos escritos para una revista y, en particular, sus opiniones sobre la vida, los insólitos consejos dados a su hijo y su misteriosa carta póstuma, abren ante Pablo una perspectiva insospechada y profunda que lo cambiará todo.

Madre de Electra.

Es un personaje “secundario” de gran importancia en la historia.

Acostumbrada a dominar y ser obedecida, su soberbia no le permite ceder ante ningún deseo ajeno que desafíe su orgullo.

Poderosa y astuta, juega siempre sus cartas con calculada precisión.

No perdonará a nadie —ni a su propia hija— que pretenda competir con ella.

El choque inevitable entre ella y Pablo es uno de los ejes de la novela.

Misterioso y reservado padre de Pablo.

Interviene lo justo en la narración, pero su sombra parece flotar por todas partes.

Un rumor asegura que fue espía, aunque nadie se atreve a afirmarlo con certeza.

Tanto él como su hijo viven en una permanente y silenciosa competencia afectiva, nunca declarada formalmente, que se convierte en una adicción emocional que se sostiene en el tiempo.

Uno de los principales “macarrones” de la Vieja Arpía, junto al eterno pretendiente de Electra (LEQBCLG).

Como buen esbirro, se mantiene incondicionalmente al servicio de ella, aunque en el fondo responde a sus propios planes.

Hipócrita y despreciable, sus métodos de actuación chocan continuamente con Pablo y el resto del Club Bohemio Radical.

Rico industrial, padre de Electra, propietario de una empresa minera heredada de su padre, quien, desde orígenes muy humildes, consiguió hacer fortuna tras una vida de esfuerzo y sacrificio.

A diferencia de él, Don Saturnino es un hombre sin escrúpulos, lleno de prejuicios y soberbia, que no duda en ejercer la violencia más brutal contra su propia hija cuando esta se atreve a desafiarle.

Secundado por su mujer, la Vieja Arpía, lucha por ascender en una sociedad que solo le acepta por su dinero.

Estudiante del Istituto Italiano di Cultura.

Se cruza por azar con Pablo y sus amigos, quienes acuden en su ayuda para defenderla del acoso de su repugnante compañero Williams.

La operación de castigo organizada por el Club Bohemio Radical contra el agresor se convierte en una lección ejemplar, que será recordada para siempre en el instituto italiano donde estudian.

Sin embargo, pese al éxito total del episodio, se produce un “daño colateral” que tendrá consecuencias negativas en el grupo.

Pretendiente de Electra y favorito de la Vieja Arpía, quien lo postula como su novio oficial.

Chico serio y formal, perteneciente a una familia venida a más, luce constantemente su principal virtud: un llamativo Triumph TR4 descapotable rojo, con el que intenta deslumbrar a Electra y a todos los demás.

Pablo lo provoca abiertamente, buscando un enfrentamiento directo, lo que deriva en una crisis que involucrará también a la Vieja Arpía.

Novio putativo de Dácil y víctima de sus indecisiones sentimentales.

Su carácter indeciso y algo torpe genera constantes conflictos afectivos entre ambos.

Su papel en la historia impide calificarlo como irrelevante, pues, sin querer, actúa como pieza clave en el desarrollo de ciertos hechos.

Más conocido como “Il Porco”, es la representación viva de lo desagradable y lo abusivo.

Amparado en su corpulencia y fuerza física, ejerce como matón del Istituto Italiano di Cultura, imponiendo miedo y hostigamiento.

Tuvo la desgracia de cruzarse con el Club Bohemio Radical.